Un animal doméstico, mascota o animal de compañía es cualquier mascota que se mantiene para la compañía o el disfrute de los cuidadores. A diferencia de los animales de laboratorio, el ganado vacuno, los animales de transporte o los animales deportivos, el animal de compañía no se cría para proporcionar un beneficio económico o nutricional, aunque sí proporciona un beneficio personal.
Las mascotas elegidas por su comportamiento, adaptabilidad e interacción con los humanos pueden utilizarse como herramientas de caza o de seguridad. Tener una mascota puede tener beneficios para la salud, ya que el cuidado diario alivia muchas otras preocupaciones, previene la depresión y nos hace sentir útiles. Las mascotas más comunes son perros y gatos.
La mascota también se distingue por su amabilidad. Podemos decir que la mayoría de estos animales son domesticados si la persona con la que convives les enseña buenos modales en el día a día, sin olvidar su naturaleza animal.
Una mascota se adapta a los hábitats humanos independientemente de su naturaleza: se adhiere a un grupo, familia o comunidad, proporcionándole todo lo necesario para su desarrollo.
En términos de adaptabilidad y comportamiento, se dice que los perros son más que simples mascotas. Su adaptabilidad ha ayudado a personas en diversos campos sociales, culturales y recreativos, como el uso terapéutico en hospitales, como guías para ciegos, asistencia policial y en operaciones complejas de rescate. La compañía de una mascota siempre evoca ternura, compañerismo y amistad, cualidades que se intensifican cuando la soledad se abre paso en la vida de las personas; En estos momentos, el animal adquiere un papel más importante, lo siente como parte de la familia, y más aún, como amigo.
La mayoría de las personas muestran una actitud positiva a través de su relación con un animal de compañía o mascota, especialmente aquellas con problemas psicológicos o físicos.